LOS McORSWELL
Blasón:
Un guantelete de acero con el puño cerrado. Dos, mirando en direcciones opuestas en el caso de la bandera.
Historia:
Dicen los McOrswell que una nación es tan poderoso como lo es su rey, y un rey puede llegar a ser muy poderoso o muy débil, en función del modo por el que lidera a su pueblo. Por eso, para que su reino sea próspero, sólido y temible, lo ha de gobernar con puño de hierro. Quizás si ésta noble y antiquísima casa hubiera seguido estos valores desde sus inicios, su historia habría cobrado importancia mucho antes del cuadragésimo octavo siglo de la Segunda Edad, cuando una horda de bárbaros del este asediaron la capital del pequeño reino de Siddgeir, y cambiaron el destino de los McOrswell para siempre.
Corría el año 4744 S.E cuando comenzaba en Siddgeir el reinado de un hombre llamado Grolding McOrswell, hijo de Groldan y de Mara. El joven Grolding había heredado de su padre un reino de poca extensión pero extremadamente próspero, pues estaba situado en el centro de Thaldorim (en la zona de lo que hoy en día conocemos como el bosque de Siddgeir, que separa las provincias de Whallrim y Silverton), y por tanto por sus tierras fluía todo el tráfico comercial entre las más de quince naciones que existían en la zona por aquel entonces.
Grolding mostró, desde el primer momento que ocupó el trono de su padre, la clase de rey que sería. Uno preocupado más por disfrutar de los placeres que la vida en la corte ofrecía, tales como asistir a grandes y suntuosos festejos o pasar las noches en buena compañía femenina, que de intentar mejorar la situación del reino y ampliar sus fronteras. Desde un principio Grolding dejó bien claro que su única ambición era la de que las cosas no fueran peor que durante el reinado de su padre. Hay quienes dirían que aquello habría sido más que suficiente, pues los veintiún años que el rey Groldan gobernó sobre Siddgeir fueron años de bonanza, de paz, de seguridad..., sin embargo, la razón por la que el reinado de Groldan McOrswell se caracterizó por una época tan próspera, se debió sobre todo a que el rey, a parte de un buen gobernante, era un guerrero tenaz, astuto como estratega y líder nato. Bajo su mando, el ejército de Siddgeir era lo suficientemente poderoso para que los enemigos se mantuvieran bien alejados de las fronteras del reino. Y es que Siddgeir tenía muchos enemigos, sobre todo en las fronteras del este, donde los clanes de las montañas de Rhodas ansiaban las riquezas de los McOrswell...
Grolding, por el contrario, no había heredado ninguna de las habilidades de su padre, y al no preocuparse en adquirir, aunque sea algunas, durante su juventud, al cabo de tan solo año y medio desde que le pusieron la corona sobre las sienes, los enemigos del reino de Siddgeir ya estaban afilando los cuchillos y haciendo planes de guerra.
La invasión del caudillo Glammer
A los dos años de la coronación de Grolding, una horda de bárbaros procedentes del este, de las montañas de Rhodas, invadieron el territorio oriental de Siddgeir y empezaron a saquear y quemar algunas ciudades pequeñas y aldeas fronterizas. Liderados por el caudillo Glammer, en pocas semanas lograron infundir el terror entre los habitantes de Siddgeir, quienes suplicaron al rey tomar cartas en el asunto de inmediato. Grolding, a pesar de no tener la más mínima intención de iniciar una guerra larga y costosa contra los bárbaros (le salía mucho más rentable dejar que siguieran saqueando las aldeas fronterizas, y enviar hombres de armas para proteger las rutas comerciales principales) decidió enviar a la mitad de su ejército (unos 5000 hombres) bajo el mando de su primo Herbert para enfrentar a los invasores y echarlos de sus tierras. Aquello resultó ser un gran error pues, tan sólo un mes y medio más tarde, tras cometer Herbert la estupidez de perseguir a los bárbaros hasta terreno desfavorable para grandes ejércitos, y favorable para pequeños destacamentos, Glammer destrozó a las tropas siddgeirinas, y, tras juntar fuerzas con otros dos clanes de las montañas, marchó para asediar Oksribe, la capital del reino de Siddgeir.
El asedio se inició en el verano del 4747 S.E, y tan solo duró tres semanas. La pésima preparación de las defensas y el mal uso de la ventaja que otorgaban los muros de la ciudad, permitieron a los bárbaros penetrar en Oksribe como agua entre las rocas, y masacrar a todo hombre, mujer y niño que apareciese en su camino. Grolding fue hecho prisionero y, a los pocos días, decapitado por Glammer en persona, según dicen. Los únicos que lograron escapar fueron su esposa, la reina Gertrud, y sus dos hijos, Garel y Tregm, de doce y diez años, respectivamente.
La corte de Henselt y la alianza con Whallrim
Tras haber perdido su reino y todas sus posesiones, Gertrud, junto con sus hijos y dos fieles caballeros, huyeron al norte, donde fueron acogidos en la corte de Henselt Penrough, rey supremo del Reino de Whallrim. Allí permanecieron bajo su protección durante los próximos años, tiempo durante el cual la noble, y aún hermosa reina, aprovechó para ganar la simpatía del monarca, cuya esposa estaba demasiado enferma para atender sus necesidades. Al cabo de los años, cuando la reina de Whallrim murió, Gertrud ya había embelesado por completo a Henselt, así que no le costó lo más mínimo ocupar el lugar de su difunta esposa, y convertirse una vez más en reina.
Sus hijos, por otro lado, ansiaban recuperar de las manos bárbaras aquello que les había sido arrebatado, así que, durante años, insistieron a Henselt que reuniera sus soldados y marcharan sobre Siddgeir, intentando hacerle ver que tarde o temprano los bárbaros también atacarían Whallrim, y que lo mejor que podían hacer era adelantarse a ellos, antes de que su poder creciese demasiado. Tras toparse, una y otra vez, con el rechazo del monarca, quien no deseaba atacar a un enemigo que hasta el momento no había mostrado signos de querer invadirlos, todo cambió cuando Gertrud y Henselt se casaron, y ella se aprovechó de sus encantos para hacer que el rey cambiase su decisión.
Casi una década después de la caída de Oksribe, que ahora no era más que un montón de ruinas, un ejército de diez mil soldados, dirigidos por Henselt en persona y sus dos hijos y herederos, se adentraron en el bosque de Siddgeir e iniciaron lo que algunos llamaron como reconquista. Glammer, quien llevaba algunos años sin combatir un enemigo digno, aceptó el desafío de Henselt y reunió a los clanes de las montañas de inmediato. El enfrentamiento entre los dos bandos no tardó en producirse. Fue en un campo cercano al castillo de Cornwell, en la zona sur del reino donde, a pesar de los esfuerzos del rey Henselt y de la superioridad numérica de sus tropas, no logró vencer a los bárbaros. Al contrario, la derrota no fue el único precio que pagó aquel día, pues uno de sus hijos, el primogénito, recibió un flechazo que atravesó su garganta y lo mató al instante, mientras que el otro fue capturado y mutilado (le cortaron ambas manos y la lengua) antes de ser puesto en libertad y enviado de vuelta con su padre. Para Henselt el resultado de aquella campaña fue un golpe terrible, un verdadero desastre, así que regresó a su reino, hundido por la pérdida de su amado hijo y por el sufrimiento de su nuevo heredero, al verle mudo y sin manos. Durante más de dos años no quiso ni escuchar hablar acerca de los bárbaros, o acerca de volver a intentar conquistar Siddgeir. Simplemente hundió sus penas en el alcohol y la soledad.
Balgard: un nuevo hogar
Tras la derrota que sufrieron Henselt y su ejército en Cornwell, los McOrswell comprendieron que estaban condenados a no volver a recuperar su reino. Garem y Tregm se vieron obligados a aceptar su aciago destino, y renunciar a sus derechos sobre Siddgeir. Al menos de momento, pues si una cosa estaba clara, era que, tarde o temprano, cuando se hartaría de llorar por lo que había perdido, el rey buscaría venganza contra los bárbaros, y tal vez entonces tendrían otra oportunidad.
Entretanto, y sobre todo gracias a la influencia de su madre, ambos fueron nombrados caballeros de Whallrim, y dos años más tarde, el rey Hanselt en persona les otorgó títulos nobiliarios y el feudo de una pequeña región situada al norte del lago Stegna.
Aunque nada comparado con la grandeza de sus tierras perdidas a manos de los bárbaros, Stegna se convirtió en el nuevo hogar de los McOrswell, donde iniciaron la construcción de un castillo digno de su casa. El deseo de los dos hermanos era recuperar algo de la gloria pasada, lo que los llevó a diseñar un castillo como ningún otro que se había construido jamás. Se trataba de una fortaleza gigantesca e inexpugnable, con torres tan altas que pudieran acariciar las nubes del cielo, y con muros tan gruesos e imponentes que no hubiera catapulta capaz de derruirlos. Para ello escogieron un lugar estratégicamente perfecto, en lo alto de un peñasco formado por una serie de riscos altos y abruptos, situado a orillas del lago Stegna. De ese modo tan sólo quedaba una pequeña porción de tierra por donde se podría llevar a cabo un posible ataque enemigo.
El problema de construir una fortaleza así, era el coste extremadamente elevado, y que las tierras de Stegna no podían cubrir con los beneficios anuales que otorgaban. Fue por esa razón que los McOrswell tuvieron que conformarse con edificar, para empezar, tres torres unidas por una muralla; las llamadas Torre del Lago, la cuarta más alta a día de hoy, la Torre de la Guardia y la Torre Baja. Si bien la primera fue en la que los McOrswell establecieron su residencia, segunda se convirtió en el hogar de la guarnición, y la tercera la de los criados, los mayordomos y los caballerizos. Aunque después de aquello el castillo tardaría siglos en completarse, la construcción de la gran fortaleza de Balgard, el castillo más imponente del Reino Unido de Aldaeron en la actualidad, había comenzado.
Las Cuatro Guerras Relámpago
Hacia los últimos años de su vida, el rey Henselt buscó vengarse de los bárbaros que habían asesinado a uno de sus hijos y mutilado al otro, lo que una vez más trajo esperanza para Garem y Tregm McOrswell de que al fin recuperarían lo que les pertenecía por derecho. Sin embargo, una vez más, Glammer y, tras su muerte en el 4772 S.E, su hermano Glorim, lograron rechazar los intentos de invasión, que se contaron hasta un total de cuatro en un periodo de apenas tres años. En la última de ella, llevada a cabo en el otoño de 4773 S.E, el rey Henselt falleció tras recibir una flecha en un ojo, en la batalla de Puente Roto, a los 69 años de edad, dejando el reino en una situación comprometida, sin un heredero lo suficientemente poderoso para enfrentar a las poderosas hordas de bárbaros que, tras derrotar en tantas ocasiones a los Whallrim, habían decidido dirigir sus miradas hacia el norte.
El dilema de la corona
El hijo mutilado de Henselt había muerto el 3768 S.E, dos años antes de la primera guerra relámpago contra los bárbaros de Rhodas, y la ley prohibía a sus hijas, Marta y Erune, heredar la corona habiendo, del matrimonio con Gertrud, otros dos hijos varones. El problema era que uno tenía apenas siete años, y aún tendrían que pasar muchos años antes de poder sentarse sobre el trono y combatir a los bárbaros, mientras que el otro, de doce, era muy debilucho y sufría constantes ataques de epilepsia, lo que lo mantenía la mayor parte del tiempo postrado en una cama.
A parte de herederos por línea directa, el rey tenía dos primos por parte de madre, y uno por parte de padre. Los tres eran barones con tierras y suficiente poder para reclamar el trono, pero ello habría implicado una disputa interna que en ese momento, con los bárbaros a sus puertas, Whallrim no se podía permitir. Fue así como la reina Gertrud tomó una decisión muy importante. Tras anular los matrimonios de Erune con su marido, y el de Garem con su esposa, les hizo casarse y nombró Regente de Whallrim al que era su primogénito. El objetivo de aquello era que Garem gobernase sobre Whallrim hasta que su otro hijo de siete años alcanzase la mayoría de edad. Para ello, debían sobrevivir a la amenaza que suponían los bárbaros.
Las derrotas de Glorim
El fracaso de las campañas militares de Henselt contra los bárbaros de Rhodas, les enseñó a estos las debilidades del ejército de Whallrim. Deseoso de alcanzar la misma gloría que había obtenido su hermano Glammer al conquistar el reino de Siddgeir, Glorim reunió un ejército de doce mil guerreros e invadió Whallrim por el sureste, poniendo rumbo hacía Roble Blanco, la capital, en la primavera del año 4775 S.E. Garem, que ya había vivido aquello dos décadas atrás, cuando Glammer arrasó la capital de Siddgeir, sabía que no podían permitir a los bárbaros rodearlos y encerrarlos en una ciudad que no poseyera unas defensas adecuadas, para luego masacrarlos como hicieron en Oksribe. Así que tomó una decisión arriesgada. Primero evacuó la capital, enviando a la población a refugiarse en Wellsbury, y después, al mando de su ejército, se retiró hacía el oeste. Los bárbaros entendieron aquello como un acto cobarde por parte de Garem, quien prefería huir a quedarse a combatir, por esa razón, antes de perseguirlos, Glorim marchó sobre Roble Blanco e incendió la ciudad. Ante aquello, muchos de los nobles exigieron a Garem dar media vuelta y atacar a los bárbaros para vengarse por lo que habían hecho, pero este no dio su brazo a torcer y siguió con su marcha hacia el oeste, rodeó el lago Stegna hasta llegar a Balgard, y allí estableció sus defensas junto con su hermano Tregm.
Considerada por muchos una ratonera más que una fortaleza, y a pesar de que la construcción del castillo estaba lejos de haber terminado, Garem se empecinó en enfrentar al enemigo allí. Glorim, quien sabía que si lograba conquistar Balgard, prácticamente tendría todo Whallrim a sus pies, envió su ejército contra los muros de la fortaleza. Tan sólo necesitaban romper el portón y la superioridad numérica haría el resto, sin embargo, el portón resistió, los bárbaros cayeron por millares y sufrieron una derrota por primera vez en dos décadas. Glorim regresó a Siddgeir con el rabo entre las piernas.
La venganza de Whallrim y los McOrdwell
Respaldados por los nobles de Whallrim tras haber salvado al reino, Garem y Tregm persiguieron a Glorim hasta el mismísimo corazón de Siddgeir, donde volvieron a vencerle, y hasta las montañas de Rhodas. Allí enfrentaron a los bárbaros en dos ocasiones más. Si bien en la primera Glorim escapó, buscando refugio con unos parientes en el Valle de los Cien Lagos, en la segunda no tuvo tanta suerte, y tras ser capturado, Garem ordenó a sus hombres decapitarle y quemar sus extremidades.
El Gran Reino de Whallrim
Habiendo recuperado sus tierras de manos de los bárbaros, los McOrswell se convirtieron de la noche a la mañana en una de las casas más poderosas y famosas del centro de Thaldorim. La región de Siddgeir fue anexionada al Reino de Whallrim, con Tregm como su señor. Garem, por clamor popular y deseo de los nobles, fue coronado rey supremo en el 4777 S.E, a pesar de que legalmente los verdaderos herederos eran los hijos de Gertrud y Henselt, y Balgard se convirtió en la nueva capital. Garem también decidió reconstruir la ciudad de Roble Blanco, para honrar de algún modo la memoria del difunto Henselt, quien al fin y al cabo le había acogido a él, a su madre y su hermano, cuando lo único que les quedaba era su vestimenta.
El Reino Unido de Aldaeron
Cuando la Guerra de los Titanes estalló, Garem, a sus 61 años de edad, cayó enfermo de gravedad, y a los pocos meses murió sin descendencia varonil. Tregm McOrswell fue coronado rey en su lugar, y acudió en el 4800 S.E al concilio convocado por Valorian Nomenglaus, y el Reino de Whallrim se unió a La Gran Alianza Nórdica que enfrentó a Valanor el Nigromante. Tras terminar la guerra, en el Concilio de Alto Avlen, Tregm fue uno de los reyes que renunciaron a su corona y firmaron el tratado mediante el cual nació El Reino Unido de Aldaeron.
Actualidad:
Familia
de LORD WAYMAR III MCORSWELL, señor de la Provincia de Whallrim desde el año 1428
de la Tercera Edad.
—Su esposa, LADY ELFRIDA de la
casa Heill, de cuarenta y nueve años.
—Sus hijos:
—WAYMAR
El JOVEN, de treinta y un años, es el
heredero de Whallrim.
—WARREN,
de veinticinco años.
—PATREK, de veintitrés
años.
—MARGARETTE, de veinte
años.
—CHARLOTTE, de dieciséis
años.
—HUGH, de trece años.
—AGATHA, de once años.
—HAROLD, de nueve años.
—Hermanos:
—RICHARD, de sesenta años.
—[CEDRIC], muerto en la batalla de Anghedor, en 1445,
a los cuarenta y cuatro años.
—ELTHORN, de cincuenta y dos años.
—ISABEL, de cuarenta y seis
años.
—Nietos:
—Por parte de Waymar:
—WAYMAR,
de doce años.
—GUY, de siete
años.
—ETIEN,
de cinco años.
—ELFRIDA,
de cuatro años.
—Por parte de Warren:
—ASURA,
de seis años.
—[BALDWIN], muerto al nacer.
—[ELVIRA], muerta al nacer.
—Por parte de Patrek:
—Waymar,
de tres años.
—Wylla,
de un año.
—Sobrinos:
—Por
parte de Richard:
—AYRTON,
de treinta y dos años.
—ANAIS,
de veintinueve años.
—GWEN, de
dieciocho años.
—Por parte de Elthorn:
—GLENN,
de veintitrés años.
—GEOFFREY,
de veinte años.
Árbol Genealógico
(1296 - 1457)
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Hola! Vengo de la iniciativa Lux Seamos Seguidores y ya te sigo, te dejo por aquí mi bog por si quieres pasarte: http://atrapadaenlosuenos.blogspot.com.es
ResponderEliminarNos leemos, besos
Hola, gracias, yo también te sigo a ti. Besos!
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